
Sabes que la pregunta se acerca... pero tienes la esperanza... la esperanza de que esta vez sea diferente. Esperas poder evitar la pelea, esperas una comida tranquila y pacífica donde todos coman todo lo que has preparado. Sin embargo, tal como esperabas... surge la pregunta: "Mamá/Papá, estoy lleno, ¿puedo bajar?" Miras su plato y ves lo que siempre ves... fruta y cualquier cosa con azúcar sin dejar rastro... verduras, granos y otros alimentos saludables claramente intactos. ¿Cómo pueden estar llenos?
Usted sabe que una dieta balanceada es buena para los niños y lo importantes que son los nutrientes de los alimentos saludables para los cuerpos en crecimiento. Varías y pruebas diferentes verduras, las disfrazas, exiges que se las coman… regateas. La batalla aparentemente nunca termina. ¿Cómo fomentas hábitos alimenticios saludables sin sentirte como un dictador?
La respuesta podría ser… ¡jugar! Jugar y comer no suelen ir de la mano pero en este caso todas las opciones están en la mesa. Siempre y cuando la comida termine en sus estómagos y no en el piso o las paredes, el juego puede ser una excelente manera de hacer que los niños coman alimentos que no les entusiasman. Los pedazos de brócoli son árboles de gran apariencia, la gente de zanahoria puede ser muy divertida y emprender grandes aventuras. Animar a su hijo a ser el gigante que los devora a todos es una excelente manera de comer esos alimentos saludables con una sonrisa. Construye casas y torres con comida, o envuélvela en mantas de queso. Ofrezca a sus hijos una piscina de hummus para que naden sus zanahorias. Busque lugares en la comunidad donde pueda recoger frutas frescas del árbol o del arbusto (¡las moras silvestres son nuestras favoritas!). Busque información sobre jardines comunitarios en su área y vea lo que han plantado, o mejor aún, encuentre y plante algunas pequeñas semillas alimenticias propias en una pequeña parcela o maceta. Mientras más se diviertan los niños con su comida, más podrá notar los platos vacíos a la hora de comer y una reducción en las luchas de poder y las lágrimas.
Para obtener más artículos de este autor, consulte su blog en ¡Esto es la paternidad!